Luego del masivo paro
y movilización del martes 10 de abril contra los cierres de grados y cursos, la
directiva de Ademys ha tomado un rumbo errático.
La negativa a
convocar a los docentes movilizados a deliberar en asamblea el mismo 10/04 es
sintomático de la decisión tomada de no convocar medidas de lucha centralizadas
para la semana siguiente y, por lo tanto, suspender discrecionalmente el plan
de lucha.
Durante casi un mes
no se convocó a los docentes a debatir y deliberar, y la asamblea convocada
para el martes 24 fue vaciada y utilizada por la mayoría del Consejo Directivo
(Lista Violeta y Lista de Maestros) para hacer catarsis, en lugar de resolver medidas
de acción que posibiliten reinstalar el conflicto y retomar la lucha.
Ante el avance de los
cierres en algunas escuelas medias y primarias, la intervención de la directiva
del sindicato ha sido dispersa y poco efectiva, si tenemos en cuenta procesos que
se dieron en el comercial 1 del 4º y 7 del 10º, por citar sólo dos ejemplos:
asamblea permanente, desconocimiento de los cierres, reapertura de cursos y
movilización al área de media logrando una reunión con (nada menos) el propio
Maximiliano Gulmanelli para el lunes 7.
Procesos en los
cuales la directiva de Ademys ha estado ausente, como en la convocatoria a la
importante marcha al Ministerio para el miércoles 2 de mayo, a la que se plegó
a último momento.
Sobre la base de una
caracterización derrotista, la directiva del sindicato ha promovido una
parálisis allanando así el camino al gobierno para que se efectivicen los
cierres.
Esto tiene su
correlato en la profundización de la integración de la Violeta a la CTA de
Micheli, convirtiendo al sindicato en furgón de cola de una variante de la
burocracia sindical con vasos comunicantes con el FAP y Proyecto Sur que apoyan
el proyecto de re-privatización de YPF del gobierno.
Una muestra más de
esta política es la reciente convocatoria al acto de este espacio político el
1º de mayo, sin discutirlo en ningún ámbito orgánico del sindicato y
desconociendo el acto de la izquierda en Plaza de Mayo.
Es necesario que
Ademys retome la iniciativa convocando masivamente a la movilización del
miércoles 9; la organización de un apoyo activo y decidido en cada escuela para
no pasen los cierres; la convocatoria a una nueva asamblea con mandato; la
organización de un festival frente a Jefatura de Gobierno que permita
reinstalar masivamente el conflicto; y preparar las condiciones para
profundizar el plan de lucha con un nuevo paro, movilización y asamblea para
sean los docentes movilizados los que definan el rumbo del conflicto.
TRIBUNA DOCENTE
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