El panorama en docentes de Santa Cruz es preocupante: después de que Adosac firmara uno de los acuerdos salariales más bajos del país (lo cual la puso en el campo de las paritarias pactadas por Yasky con los K), con la promesa de “reabrir” la paritaria el 22 de junio, ahora el gobierno patea la discusión salarial prometida hacia adelante (confirmando el pronóstico de nuestro artículo anterior, ver PO Nº 1.125, 22/4), y avanza incluso por encima de la paritaria en la aplicación de la Nueva Ley de Educación, que incluye reformas laborales contra maestros y profesores, y el riesgo cierto de una pérdida de puestos de trabajo en perjuicio de los profesores que se desempeñan en horas cátedra.
Ante la postergación, la Comisión Directiva ha declarado el ‘clásico’ “estado de alerta y movilización”, recurso usado en muchas oportunidades por la burocracia sindical para dilatar y disolver la lucha contra los atropellos patronales –en este caso del Estado. Pero en los hechos el ‘alerta’ tiene desconectados los tapones de la luz, porque no hay casi actividad que indique que la Directiva se encuentre preparando una ‘movilización’, plan de lucha o la huelga. La Directiva de Adosac se limita a imputar “improvisación” al gobierno de la provincia acerca de la aplicación de la ley de educación.
Ante estas críticas, los diputados del oficialismo han contestado que un documento elevado por la propia Directiva de Adosac avala la posición del gobierno, pues propone siete años de primaria y cinco de secundaria, como lo hace el gobierno, con el añadido oficial de eliminar una parte de los paquetes de horas cátedra.
Es que al pasar del tercer ciclo a la nueva secundaria los actuales 8º y 9º años, pero dejando el 7º en la primaria, los paquetes de horas cátedra dedicados a los 7º se caen y no tienen reubicación a la vista en un sistema que se achica. Tampoco generan nuevos puestos de trabajo para los profesores de primaria, que ya venían trabajando en pareja pedagógica y ahora simplemente trabajarán solos y con mayores cargas horarias frente a alumnos por el mismo precio.
El Congreso de Adosac, que había sido convocado para el 26 de junio, se suspendió por razones climáticas, y ahora se va a realizar el 14 de julio.
Es necesario poner en pie de lucha nuevamente a nuestra organización gremial, por la recuperación salarial, para frenar los inminentes ataques contra el régimen jubilatorio provincial, así como impedir los concursos truchos para titularizar, que van a ser el medio para dejar en la calle a decenas de profesores de secundaria.
En el plano de la Ley Educativa, es preciso un cambio de orientación: en lugar del documento de Adosac que recomienda “principios pedagógicos” y “aconseja” cuántos años debe tener la primaria, es preciso un conjunto de reivindicaciones educativas: topes de alumnos por aula, construcción de edificios, salarios que permitan vivir dignamente con un solo cargo docente, generalización de las salas de tres años, gabinetes y materiales de estudio en todas las escuelas, escuelas y colegios de jornada completa, ampliación de las horas cátedra del sistema, todo lo cual exige la duplicación o más del presupuesto educativo.
Ante la postergación, la Comisión Directiva ha declarado el ‘clásico’ “estado de alerta y movilización”, recurso usado en muchas oportunidades por la burocracia sindical para dilatar y disolver la lucha contra los atropellos patronales –en este caso del Estado. Pero en los hechos el ‘alerta’ tiene desconectados los tapones de la luz, porque no hay casi actividad que indique que la Directiva se encuentre preparando una ‘movilización’, plan de lucha o la huelga. La Directiva de Adosac se limita a imputar “improvisación” al gobierno de la provincia acerca de la aplicación de la ley de educación.
Ante estas críticas, los diputados del oficialismo han contestado que un documento elevado por la propia Directiva de Adosac avala la posición del gobierno, pues propone siete años de primaria y cinco de secundaria, como lo hace el gobierno, con el añadido oficial de eliminar una parte de los paquetes de horas cátedra.
Es que al pasar del tercer ciclo a la nueva secundaria los actuales 8º y 9º años, pero dejando el 7º en la primaria, los paquetes de horas cátedra dedicados a los 7º se caen y no tienen reubicación a la vista en un sistema que se achica. Tampoco generan nuevos puestos de trabajo para los profesores de primaria, que ya venían trabajando en pareja pedagógica y ahora simplemente trabajarán solos y con mayores cargas horarias frente a alumnos por el mismo precio.
El Congreso de Adosac, que había sido convocado para el 26 de junio, se suspendió por razones climáticas, y ahora se va a realizar el 14 de julio.
Es necesario poner en pie de lucha nuevamente a nuestra organización gremial, por la recuperación salarial, para frenar los inminentes ataques contra el régimen jubilatorio provincial, así como impedir los concursos truchos para titularizar, que van a ser el medio para dejar en la calle a decenas de profesores de secundaria.
En el plano de la Ley Educativa, es preciso un cambio de orientación: en lugar del documento de Adosac que recomienda “principios pedagógicos” y “aconseja” cuántos años debe tener la primaria, es preciso un conjunto de reivindicaciones educativas: topes de alumnos por aula, construcción de edificios, salarios que permitan vivir dignamente con un solo cargo docente, generalización de las salas de tres años, gabinetes y materiales de estudio en todas las escuelas, escuelas y colegios de jornada completa, ampliación de las horas cátedra del sistema, todo lo cual exige la duplicación o más del presupuesto educativo.
Miguel Del Plá
Tribuna Docente Santa Cruz
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