Si alguien duda del carácter privatista y anti estatutario del intento de imponer un salario por mérito al conjunto de la docencia, no tiene más que acercarse a un docente de las muchas instituciones privadas que ya lo implementaron hace tiempo.
Bajo la denominación de Plus se otorgan aumentos, proporcionales a una “productividad” decidida de forma arbitraria y subjetiva, que implica no faltar aún en casos de enfermedad o examen. Ante la pregunta acerca de los derechos estatutarios la respuesta es que “en los privados no rige el estatuto”.
Estas diferenciaciones salariales arbitrarias estimulan una competencia perversa entre los compañeros y dificultan toda forma de organización, a la par que alientan a las patronales a retrasar los aumentos salariales estipulados por el Ministerio de Educación.
Las condiciones de trabajo de muchos compañeros de escuelas privadas reflejan su condición precarizada al punto de que en algunas instituciones en las que me ha tocado trabajar se insta a los docentes a renunciar a los beneficios de la antigüedad, así como se pagan en negro las horas extras obligatorias para “la formación continua” que por estar fuera del horario te impiden desempeñarte en otras escuelas.
En algunos casos muchos compañeros cobran con retrasos, meses incluso. Esta situación se profundiza en los colegios que perciben una subvención estatal, en donde se llega a naturalizar el cobro del porcentaje salarial subvencionado y la parte que corresponde a la empresa se adeuda.
Llamamos a los docentes de escuelas privadas a organizarse:
- Por el cumplimiento del Estatuto Docente en todas las escuelas.
- Por la regularización de los salarios adeudados.
- Abajo la diferenciación salarial por mérito.
Bajo la denominación de Plus se otorgan aumentos, proporcionales a una “productividad” decidida de forma arbitraria y subjetiva, que implica no faltar aún en casos de enfermedad o examen. Ante la pregunta acerca de los derechos estatutarios la respuesta es que “en los privados no rige el estatuto”.
Estas diferenciaciones salariales arbitrarias estimulan una competencia perversa entre los compañeros y dificultan toda forma de organización, a la par que alientan a las patronales a retrasar los aumentos salariales estipulados por el Ministerio de Educación.
Las condiciones de trabajo de muchos compañeros de escuelas privadas reflejan su condición precarizada al punto de que en algunas instituciones en las que me ha tocado trabajar se insta a los docentes a renunciar a los beneficios de la antigüedad, así como se pagan en negro las horas extras obligatorias para “la formación continua” que por estar fuera del horario te impiden desempeñarte en otras escuelas.
En algunos casos muchos compañeros cobran con retrasos, meses incluso. Esta situación se profundiza en los colegios que perciben una subvención estatal, en donde se llega a naturalizar el cobro del porcentaje salarial subvencionado y la parte que corresponde a la empresa se adeuda.
Llamamos a los docentes de escuelas privadas a organizarse:
- Por el cumplimiento del Estatuto Docente en todas las escuelas.
- Por la regularización de los salarios adeudados.
- Abajo la diferenciación salarial por mérito.
A. S.
TRIBUNA DOCENTE
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