7.3.11

El debate sobre el salario básico docente

En el último plenario de UTE el debate giró en torno a dos posiciones enfrentadas, la de la agrupación Celeste que dirige (dictatorialmente) el sindicato y la de los delegados y referentes de Tribuna Docente, la oposición anti-burocrática. En medio de innumerables chicanas y patoteadas verbales algunos dirigentes celestes presentaron argumentos que vale la pena discutir.

Es el caso de Rubén Berguier, miembro de la actual Comisión Directiva y uno de los pesos pesados históricos de la celeste, quien cerró la lista de oradores explicando las razones de su agrupación en contra del reclamo de Tribuna Docente (y los mandatos mayoritarios de las escuelas) por $2.500 de básico.

Berguier expuso que si se fijara ese monto de salario básico en capital, el maestro de jornada completa que recién se inicia en la actividad estaría 100 pesos por debajo de los 5.000 pesos que garantizaría el arreglo con cifras en negro (garantía, incentivo y material didáctico) y hasta dos cargos (suma remunerativa) logrado por la celeste con Macri y Cristina. Mientras que un docente de media con 72 horas cátedra (3 cargos) y máxima antigüedad (chapa 120) cobraría 20.000 pesos con ese básico.

Para Berguier esto demostraría que Tribuna Docente pretende un salariazo para los docentes más “viejos” y condenar a la miseria y el hambre a los jóvenes, que serían los más necesitados y el futuro donde descansan las esperanzas de la educación pública. Así fundamentó la política de los últimos 20 años de la conducción de UTE y de CTERA que reventó el salario básico en beneficio de los topes hasta dos cargos y las cifras en negro (fueron los que “inventaron” el incentivo docente gracias a la Carpa Blanca). Según ellos esta política a estabilizado un salario digno para los “viejos” y mejorados las condiciones de los “jóvenes”.

Efectivamente, un salario básico de $2.500 ahora significaría un salariazo, pero no como dice Berguier sólo para los “viejos”, sino para todos los docentes. Cualquier compañero/a que recién empieza sin antigüedad con dos cargos (la enorme mayoría) pasaría a ganar 5.000 pesos, que es lo que se calcula la canasta familiar hoy. Hasta ahí, dice Berguier, conviene la “garantía”. Pero lo que no dice Berguier, es que a partir del próximo año, cuando su antigüedad establece un aumento del 30%, ese compañero pasaría a ganar 6.500, a los cuatro años el 40 % más, unos 7.000, a los 7 años unos 7.500 y así seguido.

Con los arreglos de UTE y los gobiernos de turno, el inicial a planchado las diferencias por antigüedad y el salario del que recién empieza es casi idéntico al que tiene en los primeros siete años de antigüedad. Un básico de 2.500 devolvería el sentido original del Estatuto de aumentos proporcionales según la experiencia frente al aula y serviría, en primer lugar a los “jóvenes”.

Obviamente, después de años de achatamiento, recuperar el básico significaría un mayor impacto para los docentes con mayor antigüedad y para los jubilados. ¿Está mal? ¿Los “jóvenes” no serán “viejos” nunca? ¿No debería tener mayores ingresos quien ha aportado su energía física y mental durante más años, que por lo tanto debe enfrentar mayores responsabilidades y un mayor desgaste en su salud? Se trata, además, de compañeros que cumplen muchas veces una función de formación para los jóvenes haciendo un trabajo que muchas veces es fundamental y nunca es tenido en cuenta por el Estado.

Pero además, tomando el razonamiento sibilino de Berguier, un profesor de media que pudiese ganar 20.000 pesos por tres cargos seguramente podría “conformarse” con 11.000 pesos y trabajar 2 cargos o con 6.000 pesos y pasar sus últimos años como docente trabajando EN UN SOLO CARGO, algo que es IMPOSIBLE con el actual sistema. La política de la celeste ha condenado a los docentes a trabajar dos o más cargos para arañar un sueldo de bolsillo cercano a la canasta familiar, condenándonos al deterioro de la voz, enfermedades respiratorias y reumáticas, al desgaste psicológico y a la multiplicación de las condiciones que posibilitan el desarrollo de distintos tipos de cáncer ocasionado por el stress laboral.

Cuando la burocracia celeste reconoce sin tapujos que han ayudado a los gobiernos a destrozar el básico para distribuir la miseria enfrentando a “viejos contra jóvenes”, en defensa de “lo posible” se hace más necesaria una gran campaña política por recuperar el salario básico docente en todo el país, luchar por un salario básico igual a la canasta familiar para recuperar las jubilaciones, la antigüedad, la escala y el escalafón. Para eso es necesario sacar a la burocracia celeste de UTE y CTERA, recuperar el sindicato con una nueva dirección. Estamos en eso.

Leonardo Grande
(Profesor en las escuelas medias 1 del 3° y 5 del 19°)

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