8.12.11

Se aprobó el proyecto contra el estatuto del docente

El balance y las perspectivas



El jueves pasado, con miles de docentes en la puerta de le Legislatura, se aprobó el proyecto de Abrevaya (Coalición Cívica) que elimina las juntas de clasificación electas por los docentes. Se impuso por la abstención del kirchnerista Kravetz.



El proyecto



El proyecto aprobado, una variante del original de Macri, coloca bajo control del Estado los nombramientos y ascensos de los docentes. Macri pretende utilizar esta atribución para controlar a los docentes y directivos y para avanzar en el salario por mérito, o sea según criterios establecidos por funcionarios del Ministerio de Educación.



Además, apunta a un ajuste en la educación pública. El gobierno anunció su intención de cerrar más de 300 grados, sobre todo en la zona norte de la Ciudad, donde existe una sobreoferta de la escuela privada subsidiada por el Estado. El Presupuesto establece un 32% de aumento al subsidio a la escuela privada y prácticamente congela el de la educación pública. El presupuesto educativo fue votado también por el kirchnerismo docente (Tito Nenna).



Como una zanahoria para la destrucción del estatuto, el proyecto titulariza en forma masiva a los docentes interinos de media; no altera, como el original, la mayoría docente en la junta de disciplina. Esta negociación secreta de la ‘letra chica' -ningún sindicato la hizo pública- la delató Kravetz para justificar la abstención.



La movilización



Los docentes se movilizaron masivamente contra el proyecto. Los descuentos por días de huelga (hasta 1.500 pesos) no pudieron quebrar a la base docente.



La burocracia kirchnerista de UTE, sin embargo, actuó para llevar la movilización a la derrota. El kirchnerismo se jugó contra la movilización docente: Sileoni repetidas veces atacó las huelgas. La Ctera le dio la espalda a los docentes de la Ciudad. Tito Nenna, Secretario General histórico de UTE, votó el presupuesto con Macri. La Celeste de UTE apostó a una serie de paros aislados y, luego de la votación del proyecto, cerró la persiana sin convocar siquiera a un paro de repudio a la represión. UTE apoyó, en las elecciones complementarias de la Junta I, a Amet contra Ademys, para fortalecer a un sindicato aliado del Gobierno. Toda esta política de UTE se llevó adelante sin asamblea, plenario de delegados, ni nada.



Ademys y las agrupaciones combativas, entre ellas Tribuna Docente, se fortalecieron en las asambleas masivas. En la movilización del 1º de diciembre formaron una columna de 2.500 compañeros, similar en su amplitud a la columna encabezada por UTE y los gremios afines al macrismo (UDA, Amet, etc.). Las asambleas abiertas convocadas por Ademys propusieron un plan de lucha unificado y lograron parar, rompiendo la política de "parar cuando se trate el proyecto" de la Celeste. Los docentes expresaron una voluntad enorme de movilización con volanteadas y actividades públicas.



Ademys convocó al paro y al acto de respuesta a la patota y la represión el 2 de diciembre, mientras UTE levantaba todas las medidas de lucha.



La etapa que se abre



A partir de aquí se abre una nueva etapa. Los desafíos que dejó planteada la lucha están a la vista. En primer lugar, poner en pie una fuerte movilización contra los descuentos, con todos los recursos a nuestro alcance. En segundo lugar, está la agenda de lucha para que el proyecto no se ponga en marcha, que arranca por garantizar que los representantes electos el 3 de noviembre para las juntas de clasificación asuman en su cargo, garantizando la permanencia de las juntas electas al menos hasta 2013. En tercer lugar, en la asamblea posterior al paro del 2 ya se planteó colocar la lucha por el salario y contra el presupuesto de ajuste de Macri y los K para la educación de la Ciudad.



Por sobre todas las cosas, la movilización dejó planteada la necesidad de la lucha por una nueva dirección sindical en la Ciudad, independiente del gobierno, contra la política de entrega de la burocracia Celeste.



Tribuna Docente

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