Vamos por la titularización y el ingreso al estatuto
El Gobierno de la Ciudad ha presentado un proyecto que pretende garantizar la estabilidad y el ingreso al estatuto de los 12 programas de contratados dependientes del área de inclusión.
En realidad, el proyecto del Gobierno no garantiza ni una ni la otra cosa.
Con respecto al ingreso al estatuto, plantea la creación de un “área de inclusión” en la cual se incluiría a la totalidad de los programas. El proyecto garantiza la formación de una Planta Orgánica Funcional para los mismos. Sin embargo, en el proyecto no se crea ninguna junta que asigne un puntaje a los docentes y organice los mecanismos de concursos y actos públicos para el área. Esto constituye un grave ataque al estatuto: con el cuento de “incorporar” a los que “incluyen” plantean que lo compañeros se incorporen al estatuto pero… por afuera de los mecanismos que estipula el estatuto de ingreso y ascensos.
¿Cómo se nombrarían esos compañeros? El Gobierno informa sobre la creación de una “junta temporaria”, que se disolvería luego de concursar a los actuales docentes. Pero esta junta, totalmente irregular, ni siquiera existe en el proyecto. En cualquier caso, los docentes pasarían a ser “de segunda” dentro del estatuto, lo cual constituye una degradación inadmisible de nuestras conquistas históricas. El gremio docente es el único en el cual el ingreso y los ascensos se realizan por medio de un organismo de elección democrática, que establece un sistema de puntajes transparente.
Por otro lado, el proyecto no garantiza la estabilidad, porque no señala que los actuales docentes sean titularizados en sus puestos. Esta “omisión”, por parte de un gobierno que viene de pretender despedir 86 compañeros contratados, abre la puerta al despido de decenas de compañeros.
Frente a esta situación, las asambleas docentes han comenzado a tomar un rol activo. Las asambleas de M+M, Teatro y Orquestas votaron reclamar que se incluya en el proyecto que los actuales docentes sean titularizados. En el caso de M+M, se reclama además el ingreso a la junta de primaria, porque, trabajando en primaria, deben compartir el escalafón con el resto de los maestros del área, pudiendo así ascender como cualquier compañero. La asamblea de teatro votó reclamar la incorporación a la junta de Curriculares. La asamblea de orquestas, la creación de una junta propia.
En todos los casos se rechaza el limbo que establece el proyecto de “junta de inclusión” del Gobierno.
Es necesario que sean los representantes electos en asamblea por programa los que negocien las condiciones de incorporación al estatuto. La burocracia de UTE no ha denunciado estos problemas: es cómplice del gobierno en el proyecto.
Vamos por:
- Incorporación al estatuto del conjunto de los contratados.
- Titularización fotográfica de los compañeros de los programas.
- Abajo el ataque al estatuto. No al “área de inclusión”.
- Abajo los despidos en el Ministerio de Educación.
En realidad, el proyecto del Gobierno no garantiza ni una ni la otra cosa.
Con respecto al ingreso al estatuto, plantea la creación de un “área de inclusión” en la cual se incluiría a la totalidad de los programas. El proyecto garantiza la formación de una Planta Orgánica Funcional para los mismos. Sin embargo, en el proyecto no se crea ninguna junta que asigne un puntaje a los docentes y organice los mecanismos de concursos y actos públicos para el área. Esto constituye un grave ataque al estatuto: con el cuento de “incorporar” a los que “incluyen” plantean que lo compañeros se incorporen al estatuto pero… por afuera de los mecanismos que estipula el estatuto de ingreso y ascensos.
¿Cómo se nombrarían esos compañeros? El Gobierno informa sobre la creación de una “junta temporaria”, que se disolvería luego de concursar a los actuales docentes. Pero esta junta, totalmente irregular, ni siquiera existe en el proyecto. En cualquier caso, los docentes pasarían a ser “de segunda” dentro del estatuto, lo cual constituye una degradación inadmisible de nuestras conquistas históricas. El gremio docente es el único en el cual el ingreso y los ascensos se realizan por medio de un organismo de elección democrática, que establece un sistema de puntajes transparente.
Por otro lado, el proyecto no garantiza la estabilidad, porque no señala que los actuales docentes sean titularizados en sus puestos. Esta “omisión”, por parte de un gobierno que viene de pretender despedir 86 compañeros contratados, abre la puerta al despido de decenas de compañeros.
Frente a esta situación, las asambleas docentes han comenzado a tomar un rol activo. Las asambleas de M+M, Teatro y Orquestas votaron reclamar que se incluya en el proyecto que los actuales docentes sean titularizados. En el caso de M+M, se reclama además el ingreso a la junta de primaria, porque, trabajando en primaria, deben compartir el escalafón con el resto de los maestros del área, pudiendo así ascender como cualquier compañero. La asamblea de teatro votó reclamar la incorporación a la junta de Curriculares. La asamblea de orquestas, la creación de una junta propia.
En todos los casos se rechaza el limbo que establece el proyecto de “junta de inclusión” del Gobierno.
Es necesario que sean los representantes electos en asamblea por programa los que negocien las condiciones de incorporación al estatuto. La burocracia de UTE no ha denunciado estos problemas: es cómplice del gobierno en el proyecto.
Vamos por:
- Incorporación al estatuto del conjunto de los contratados.
- Titularización fotográfica de los compañeros de los programas.
- Abajo el ataque al estatuto. No al “área de inclusión”.
- Abajo los despidos en el Ministerio de Educación.
Tribuna Docente Capital
La oposición anti burocrática en UTE
La oposición anti burocrática en UTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario