para impulsar la lucha salarial
Y para rescatar Ctera de las manos del gobierno
La burocracia de Yasky-Maldonado y Baradel ha convertido un momento tan importante en la vida del gremio como las elecciones del 2 de septiembre en un trámite, manejado por un aparato que manipula padrones, juntas electorales, circuitos de votación en función de perpetuarse.Mientras, en Entre Ríos, Chaco, Corrientes, Catamarca, Buenos Aires, la docencia salió a la lucha por la reapertura de las paritarias y el aumento de salarios al regreso del ciclo lectivo. Esta semana hay paros en Capital y nuevos paros para la semana siguiente en Buenos Aires, donde el poderoso Suteba está siendo jaqueado por paros por abajo a partir de un pequeño sindicato como Udocba, ajeno a Ctera y a CTA.
Es que, en menos de cinco meses, la inflación comió el “aumento” ruinoso de Yasky y la Ctera. El acuerdo salarial de Ctera ha sido el peor de todos los pactados en estas paritarias nacionales.
El contraste entre nuestros aumentos y el curso inflacionario es tan grande que romper los techos salariales pactados por Ctera y la Presidenta es una necesidad, por más que hayan dado garantías de 180 días de clase.
Un reciente triunfo de la organización docente es la de los jubilados docentes nacionales fue obligar a “suspender” la aplicación del ruinoso índice de actualización que pactaron Ctera y el gobierno. Resta continuar exigiendo la aplicación completa de la ley jubilatoria y el cumplimiento del 82% móvil automático. Esto se consiguió con asambleas y movilizaciones masivas de nuestros jubilados.
Con la lucha por la reapertura de las paritarias en marcha, resulta notable el alineamiento de la Lista Lila con el degennarismo en la lista de la CTA, cuyas elecciones son pocos días después que las de Ctera. No es menor participar con una de las dos alas de la vieja dirección de la Central, toda ella garante de la política de “paz social”, con salarios por detrás de la inflación. Un antecedente ya lo tuvimos en la firma del acuerdo salarial provincial ruinoso por parte de Adosac en Santa Cruz, cuyo secretario general encabeza esa lista. También por parte de Aten capital, lo que inclinó al levantamiento de la gran huelga neuquina.
No a la Celeste ni a sus colectoras. Votá la Rosa-Gris-Verde
La Rosa-Gris-Verde marca un rumbo a la Ctera. Ese es el valor del voto, cuando lo que se juega es a dónde va el sindicalismo docente en su conjunto. Qué política seguiremos en las provincias.
La Lista Rosa-Gris-Verde recoge la tradición de lucha y de independencia de los trabajadores de la educación contra toda esta política, defendemos la política de la Asamblea Autoconvocada de Salta, de los docentes neuquinos, de la gran huelga de los docentes santacruceños, de los sectores combativos de Amsafe, de los Suteba combativos y de todos los procesos de lucha que ha protagonizado la docencia argentina.
En defensa de estos intereses, el 2 de septiembre te llamamos a votar, difundir y defender los votos de la Lista Rosa-Gris-Verde.
Y el 23 de septiembre, en la CTA, a la Lista 3 “Frente de Unidad Clasista” y a sus más de 1.600 candidatos en todo el país, para superar la quiebra de la vieja burocracia que entregó la Central al kirchnerismo.
Tribuna Docente
Este movimiento autoconvocado de docentes, surgido a partir del ajuste del 0,98% en marzo, vino realizando asambleas masivas y movilizaciones al Congreso Nacional, la Legislatura y la Anses. Presentó, junto con la movilizaciones, un petitorio con alrededor de 10 mil firmas.
¡Qué bárbaro! sólo por nombrar algunos casos, los estudiantes del Acosta denuncian que todos los años se les cae un pedazo de techo; en el Suiza, en el Pellegrini o en el Esnaola no tienen gas y las instalaciones eléctricas están a punto de reventar (lo que en el Esnaola ya ocurrió varias veces en el último mes); en el Normal 1 conviven con las ratas pero en el Belgrano la plaga es de palomas. Las obras del edificio del Falcone no avanzan, lo mismo sucede con el Polo Educativo Saavedra. El Fader no pasa la prueba de las lluvias y el Otto Krause la de las elecciones: desde 2005 no se vota en el histórico colegio porque “no reúne las condiciones mínimas de seguridad”. Las becas otorgadas, por otro lado, son menos de la mitad de las que se solicitan, al igual que las viandas que encima llegan en mal estado.
La CTERA y el Gobierno pretendieron establecer un calendario de “cuotas” para terminar el año sin luchas docentes. Por eso la burocracia Celeste de Maldonado (CTERA) dejó aisladas las grandes huelgas salariales de la primera mitad del año (la de Neuquén fue el ejemplo más contundente).


