Unifiquemos la lucha
con los estudiantes secundarios para derrotar la Reforma en Media
El pasado 5 de septiembre el Gobierno de la Ciudad publicó
una solicitada en los diarios llamando a “mantener las escuelas abiertas” y
convoca a los vecinos de la ciudad a evitar que se produzcan nuevas tomas de
establecimientos en el momento donde los estudiantes secundarios vienen tomando
iniciativas de lucha y un sector de docentes también comienza a organizarse
contra la reforma.
Si bien, producto de esto, se logró postergar la aplicación
de la NES hasta el 2015, se inició una fuerte campaña de presiones a las
escuelas para que “voten” ser proyectos piloto. En algunos casos, se utilizó la
figura del Consejo Consultivo para tomar la decisión entre cuatro paredes o se
realizó mediante un sistema de "voto calificado" para que la escuela
se transforme en piloto a pesar de la negativa del grueso de los docentes.
En ese marco, la solicitada del macrismo es un claro mensaje
de amedrentamiento hacia estudiantes y docentes para que desactiven el
conflicto. A su vez, esto está directamente ligado a las amenazas de bomba
reiteradas de las que fueron objeto escuelas como el Mariano Acosta, el Normal
1, Normal 4, la Técnica 35, la Técnica 27 y el Comercial 33, entre otras.
Hacemos responsable al Gobierno de la Ciudad como instigador de estas amenazas,
que sólo busca generar confrontación entre los estudiantes y la ciudadanía en
general; y a su vez reclamamos una respuesta de conjunto de UTE y Ademys ante
este problema.
Como bien sabemos, la aplicación de las NES en las escuelas
medias de la ciudad de Buenos Aires no es inocua. Tiene por objetivo
flexibilizar la formación del nivel medio. El macrismo lleva adelante el
mandato del Consejo Federal de Educación dentro de la ciudad. A nivel de
títulos, elimina más de un centenar de especializaciones. Por ejemplo,
desaparece el bachillerato pedagógico que no está contemplado en las diez
modalidades diseñadas por el CFE.
A nivel de trabajo docente, la reforma curricular implica
mayor precarización laboral, al transformar horas cátedra genuinas a contrato
“a término”, o directamente suprimiendo materias, dejando docentes sin trabajo.
La famosa propuesta de “caja curricular” es un engendro de asignaturas sin
fundamento académico alguno. No hay claridad en torno a las incumbencias
profesionales para las nuevas materias que crearía, por lo tanto, no garantiza
ninguna estabilidad laboral.
A todo esto, la dirección celeste del sindicato UTE está
dispuesta a negociar la NES e incluso que haya escuelas piloto, en el marco de
una reforma “consensuada”. Es por ello, que no ha convocado a una sola medida
de acción frente a las amenazas ni siquiera ha apoyado las iniciativas de los
secundarios. Están jugados abiertamente a que la reforma pase porque es parte
de un proyecto nacional para reventar la escuela media, devaluando los títulos
y empobreciendo la formación académica de los estudiantes. Por su parte, la
directiva de Ademys rechaza las presiones para que las escuelas sean “piloto” y
critica la forma en que se lleva a cabo la reforma por “inconsulta”, pero
tampoco impulsa ninguna iniciativa de fondo para rechazarla.
Frente a este cuadro, los docentes debemos unificar nuestra
lucha con los estudiantes. Debemos pronunciarnos de forma contundente contra
los ataques del gobierno de la ciudad.
Organicemos en cada escuela, asambleas para impulsar acciones
y unamos a las escuelas en asambleas distritales para poner en pie un
movimiento en toda la ciudad de Buenos Aires contra la reforma. Exijamos a los
sindicatos docentes asambleas y plenarios generales resolutivos para votar
medidas unitarias de fuerza y un plan de lucha para derrotar la reforma que
quiere destruir la educación del nivel secundario.
NO A LA REFORMA
EDUCATIVA EN MEDIA
NINGUNA ESCUELA
PILOTO
Natalia
Fiori
Tribuna Docente
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