Ante las paritarias en la Ciudad
Los gobiernos y las patronales abordan las discusiones pre-paritarias intentando colocar al salario como el único 'ancla' contra la inflación. Amenazan al movimiento obrero con que un 'exceso' en la pauta salarial puede llevar a un 'Rodrigazo'.
Sin embargo, la escalada inflacionaria -que se ha revelado incontrolable para el gobierno- significa una gran confiscación del salario.
La desvalorización del peso frente al dólar ha adoptado un ritmo cercano a la mega-devaluación.
Frente a la crisis y la desorganización económica general, el gobierno apuesta a una 'salida' con tarifazos, impuestazos, devaluación del peso, apertura de un nuevo ciclo de endeudamiento externo, recortes presupuestarios y topes salariales. O sea, descargar la crisis sobre los trabajadores.
Al tiempo que los gobiernos niegan aumentos de sueldo a los trabajadores docentes y estatales, han otorgaron aumentos a las policías provinciales que en algunos casos superan el 100%, llevando los básicos por encima de los $8000.
El sueldo de los docentes es uno de los más castigados en los últimos años.
En la Ciudad de Buenos Aires, los docentes tuvieron un aumento salarial a la baja en 2013, en cuotas, con sumas por fuera del básico, y una diferenciación salarial que ha dejado a miles de docentes por debajo de la garantía mínima. A su vez, se viene profundizando el achatamiento de la escala salarial, agregando sumas en negro o en 'gris'.
La burocracia sindical kirchnerista de UTE-Ctera ha convalidado este acuerdo salarial, convirtiéndose en defensores de la precariedad salarial y laboral del macrismo.
El gobierno porteño viene llevando adelante un fuerte proceso de ajuste y privatización cuya máxima expresión está contenida en la reciente inscripción 'online' que persigue una masiva transferencia de matrícula a las escuelas privadas, una distribución arbitraria de la matrícula sobrepoblando algunas aulas, dejando sin vacante a miles de niños y jóvenes y preparando el cierre de grados y cursos, a la vez que se presenta como 'solución' las aulas-containers.
Ademys ha realizado un llamamiento al conjunto de los trabajadores de la educación a intervenir en el marco de esta crisis para darle una orientación basada en nuestras necesidades como trabajadores.
Proponemos:
-$6000 de básico inicial para el cargo testigo y su equivalente en horas cátedra;
-Garantía mínima para que ningún docente cobre menos de $8000 de bolsillo por cargo testigo;
-Recomposición de la escala salarial: todas las sumas deben ser incorporadas al sueldo básico;
-Basta de topes salariales.
-Indexación trimestral ante la inflación.
Tribuna Docente
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