Crónica de una entregada

El fin de la primavera de López

Durante 20 años la burocracia celeste que conduce UTE, sindicato de base de CTERA en la ciudad, se empeñó en hacer un arte de la entrega de los derechos laborales y salariales docentes y, por lo tanto, de la Educación Estatal. Firmaron todo acuerdo salarial ruinoso que hubo con los intendentes del menemismo y se integraron al Ministerio de Educación desde la gestión De La Rúa hasta Telerman, pasando por su momento de gloria con el incendiario Aníbal Ibarra. Fueron co-gestores de la municipalización y charterización de las escuelas, del deterioro del salario y su fragmentación en cifras en negro, de la destrucción de la jubilación, del deterioro edilicio, de la expansión de miles de contratados, interinos y suplentes eternos, etc.

Tito Nenna / Eduardo López

Para lograrlo destruyeron los organismos que hicieron de la vieja UMP un sindicato democrático, representativo, independiente y combativo: eliminaron de los estatutos internos las asambleas de afiliados (generales y distritales) reemplazándolas por Congresos donde sólo existen congresales oficialistas, proscribieron la oposición de las elecciones internas durante 13 años. Así provocaron el quiebre en la presión de las bases sobre la Comisión Directiva, que le liberó las manos para aferrase a los cargos y prebendas del Estado. El resultado fue la desmoralización y desafiliación de la masa docente de la generación de la huelga del ´88.

Pero desde fines del 2007 una corriente interna de la celeste, ligada a la juventud de la CTA y al degennarismo (ahora Proyecto Sur) convenció a los celestes kirchneristas de un cambio de imagen. Habiendo perdido por primera vez en años las elecciones de Juntas de Disciplina en 2007 y ante la victoria de un Macri que tenía por primer objetivo la destrucción del aparato ibarrista en Educación, Tito Nenna aceptó. La presión de una nueva generación de activistas y el resurgir de la combatividad de la docencia ante la crisis educativa de 2007 y el asesinato de Fuentealba que debía ser canalizada y doblegada también influyó en el “viraje”.

La estrategia consistió en aparentar la democratización del sindicato, en una fuerte campaña de agitación mediática contra Macri y la maniobra permanente de paros salpicados y treguas permanentes para deshilachar la huelga y desgastar la lucha.

La democratización se quedó en dejar correr no una sino tres listas opositoras en 2008 (con el montaje de una colectora junto al MST y el PCR incluido) y la convocatoria irregular de “plenarios de delegados”. Si bien las elecciones fueron tan proscriptivas como antaño (la Rosa tuvo que garantizar 400 candidatos, las mesas rotativas imposibles de seguir, etc.) y los plenarios son un engendro monstruoso de maniobras y manijeos (pueden asistir delegados y afiliados en general lo que las convierte en asambleas de afiliados cuando es imposible juntar más mandatos o delegados que la oposición; la mesa directiva no sólo vota sino que manijea la lista de oradores a voluntad, cierra el debate cuando quiere, moldea las mociones como le place, etc.), lo cierto es que dos años de furiosa demagogia anti-macrista convencieron a la masa de los afiliados y de los docentes en general de que la UTE iba a ser el caudillo de la lucha contra Macri. Así ganaron indiscutidamente las elecciones internas del 2008 y las elecciones de Juntas del 2009.

La figura del nuevo Secretario General, un joven y locuaz Eduardo López, vino a señalar el renacer de una primavera de ilusiones para la celeste de capital que probablemente no vivían desde 1989. Parecía que la burocracia iba a ser un mal recuerdo ligado a la figura del saliente Tito Nenna. Pero todo eso terminó entre la medianoche del 24 y el mediodía del 25 de febrero de 2010.

El pacto social exigido por Cristina para darle aire a su gobierno en crisis y firmado por Mauricio Macri hicieron chocar a la Comisión Directiva con sus propios intereses de camarilla y con dos años de demagogia sobre las bases. La decisión les demandó 48 hs. de cabildeos entre Nación, el kirchnerismo porteño y Proyecto Sur, pero finalmente, y aun a riesgo de perder todo lo construido en estos dos años, todos cerraron filas para entregar a los docentes.

El plenario del viernes mostró la claridad de la crisis. Un puñado de 20 delegados opositores logró leer en 2 minutos por exposición 15 mandatos, resoluciones de otras tantas escuelas porteñas, en contra del acuerdo salarial y a favor de lanzar un no inicio de clases y una lucha a fondo contra la paritaria de Macri y Sileoni. Esto en un contexto de no más de 30 delegados presentes y sin ninguna tradición de mandatos por escuela en el gremio. Sin embargo y ante la evidencia de que la celeste, a pesar de haber recorrido decenas de escuelas no había podido ganar una sola asamblea a favor del acuerdo (leyeron solo 7 mandatos a favor), los 400 afiliados presentes ganaron una votación a favor del acuerdo. Es que convocaron a un plenario y ganaron una asamblea. Estamos a favor de las asambleas de afiliados, pero no convocaron a tal.

Se ha terminado una etapa, la primavera de López. Ahora queda en manos de los activistas, delegados y referentes de base de UTE dar la batalla por evitar la desmoralización y la desafiliación y remover a la dirección de UTE. Estamos juntos para esa batalla, la generación del Cordobazo y la huelga del 88’ que ha resistido 20 años de dictadura y aislamiento y la generación forjada en el Argentinazo y las huelgas docentes del 2007. Para construir un sindicato democrático, independiente de los gobiernos y los partidos patronales y de lucha para conquistar las reivindicaciones del gremio y reconstruir una educación estatal, gratuita, laica y científica al servicio de la formación integral de las masas obreras y populares de la ciudad. En eso estamos, a eso vamos.

Delegados de UTE en
TRIBUNA DOCENTE – LISTA ROSA