Sin asamblea general ni plenario de delegados la celeste
kirchnerista de UTE ha comenzado las negociaciones con el gobierno porteño, a
fin de garantizar un salario de miseria para los docentes y un mayor
achatamiento de la escala salarial.
Esta negociación a espaldas de los docentes viene precedida del comienzo
de la reforma en media y técnica, del cierre de grados y cursos el año pasado y
la reforma de las juntas de Clasificación y Disciplina a fines de 2011. Los
compromisos de las direcciones de UTE, UDA y AMET con el ministerio porteño – y
el ministerio nacional- llevaron a éstas a convertirse en defensores de la
política privatista en Media y Técnica, compartida por ambos gobiernos, que
siguen promoviendo el avance de la educación privada.
Los docentes hemos dado sobradas muestras de nuestra voluntad de
lucha, como se expresó en el rechazo junto a estudiantes de la reforma de
currículas, el cierre de cursos y cada medida anti educativa impulsada desde
los ministerios de educación nacional y porteño.
Mientras tanto, la titularización de interinos, incluida en la
reforma de las juntas con el objetivo de hacerla pasar, duerme el sueño de los
justos, y luego de más de un año, el ministerio porteño sigue retrasando el
procedimiento administrativo.
A esto se suma una nueva zanahoria, el régimen de profesor por
cargo. El profesor por cargo
remplaza las horas frente a un curso de los profesores y pasan a ser
parte de un “plantel disponible” con horas extra clases al servicio de
proyectos digitados desde arriba, sin una orientación pedagógica clara. La
concentración horaria que beneficie al docente debería estar ligada a la
posibilidad de incrementar las horas frente a curso de la disciplina que se
imparte en una misma institución y bajo las condiciones que indica nuestro
estatuto docente. Todo lo contrario a lo que propone la reforma en educación
media: precariedad del docente y devaluación de los contenidos.
Es el ajuste en educación.
Sigue la precarización, en forma de horas institucionales y los
contratados en todas las áreas educativas, incluyendo el ministerio porteño y
el nacional. Sigue la crisis edilicia que pone en riesgo diariamente a docentes
y estudiantes. Siguen brillando por su ausencia las guarderías para estudiantes
y docentes madres y padres, elemento imprescindible para luchar contra la
deserción. Siguen los subsidios a la escuela privada. Y siguen los salarios de
miseria.
Queda claro una vez más que el problema que tenemos los docentes
está en la dirección de nuestros sindicatos, usurpados por burocracias con
intereses ajenos a los nuestros.
Organicémonos por todas nuestras reivindicaciones pendientes y
escuela por escuela por la recuperación de nuestros sindicatos.
Sebastián Legna
Tribuna Docente
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