Los docentes cerramos este año metidos en una batalla contra el
tiempo para completar nuevas planillas impuestas desde el ministerio de
educación porteño. Las mismas pertenecen al nuevo sistema de evaluación para
quienes no aprobaron durante el ciclo lectivo, denominado marzo a marzo, que en
los hechos deja sin efecto la llamada “tercer materia”, agregada hace apenas
dos años.
Bajo el paraguas de ayudar a los alumnos se crean y eliminan
sistemas que complican la continuidad académica de miles, y precarizan aun más
las condiciones de trabajo de los docentes en diversos programas y proyectos
(mejoras, apoyo, etc.)
A corto plazo, la continuidad de este nuevo sistema, ligado a la
“nueva educación secundaria” (NES), solo engordará los números de la deserción
y la precarización laboral, mientras se continúa con la política de
responsabilizar a los docentes por la deserción y el vaciamiento educativo
generalizado.
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