A los
problemas del conjunto de la docencia, los maestros de grados sumamos los
específicos del área.
Los docentes
de primaria este año hemos desarrollado una enérgica lucha contra el cierre de
grados y cursos, contra la evaluación educativa y en la defensa integral de la
educación pública. Sin embargo los
embates del gobierno se redoblan y guardan en carpeta una nómina de clausura de
grados para el año entrante.
Mientras las
aulas de la zona sur están atiborradas de niños con infinidad de problemas de
aprendizaje, producto de serios problemas sociales, Macri cierra grados y
escuelas.
No han creado
una sola escuela y el presupuesto 2013 no contempla la creación de ninguna pero
sí aumenta el subsidio a la privada en un 24%.
La política de clausura de la escuela pública ya no es novedad para
nadie.
Este año el
ingreso es de alrededor de 400 cargos, este número expresa el retroceso en
términos de estabilidad laboral para los maestros de grado. La titularización se torna perversa hasta
lograrla y reproducir nuestras condiciones materiales de vida se hace difícil
con los sueldos miserables comidos por la inflación, cobrados con retrasos, mal
liquidados, esto tiene el adicional de la incertidumbre frente al cese de las
suplencias e interinatos que cubrimos.
La crisis
social que los gobiernos intentan descargar sobre la masa de trabajadores no es
ajena a la realidad escolar, este año hemos tratado con desapariciones de niñas
y adolescentes de las barriadas, chicos muertos por los negociados del
narcotráfico, asesinados por las balas del gatillo fácil y un incremento voraz
de la violencia doméstica hacia las madres de los estudiantes y contra los
mismos alumnos, el abuso y las violaciones a los que tienen los mayores niveles
de vulnerabilidad aumentan al ritmo de la crisis.
Todas esas violencias refractan en nuestros alumnos
y nos llegan como violencia del alumno hacia sus compañeros y hacia nosotros. En
términos educativos, cada falencia o ausencia que atenta contra la atención
educativa integral de los estudiantes, ataca directamente las condiciones
laborales de los trabajadores de la educación, que debemos hacer frente no solamente a lo antes dicho, sino
también a la falta de atención del
Estado a los problemas de los chicos.
Todas y cada una de las necesidades debemos
convertirlas en reivindicaciones y reclamos.
El corrimiento de nuestros rol de educadores intenta
convalidarse en las reformas que aplican en la formación docente que transforma
al maestro en un “cuidador de niños”.
El 2013 debe encontrarnos organizándonos para
defender nuestros derechos y los de los pibes.
Redoblemos la apuesta para el año entrante y coloquemos en la agenda los
reclamos particulares del área
No al cierre de grados y cursos
Creación de escuelas y jardines
Desdoblamiento de aulas superpobladas
Creación de cargos de maestros celadores de comedor
Gabinetes interdisciplinarios por escuela
Capacitación en servicio con puntaje
Salario mínimo
igual a la canasta familiar con un solo cargo
Tribuna Docente
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