Este 4 abril, se planteó la necesidad de movilizarse por la exigencia de juicio y castigo a los responsables políticos del crimen de Carlos Fuentealba. Se desarrollaron movilizaciones en todo el país. En Neuquén, por ejemplo 10000 compañeros pararon y se movilizaron exigiendo juicio y castigo y por todos los reclamos del gremio docentes.
El Congreso de delegados opositores reunido en Neuquen, le exigió a la CTERA un paro Nacional por el juicio castigo, reclamo que la burocracia desoyó, convocando una conmemoración en su propia sede.
En Capital hubo dos actos. El primero, convocado por el SUTEBA La Plata legítimo y las agrupaciones de oposición en el gremio docente: Tribuna Docente, la agrupación 9 de abril, docentes en marcha, entre otras, y por el Frente de Izquierda (PO, PTS e IS) y el nuevo MAS, junto a la presidencia de la FUBA (UJS). El segundo, convocado por la COCAPRE Buenos Aires, junto a la CTA Capital y La Mella. De este acto participó la violeta de Ademys, junto a un sector de Lista de Maestros (otro sector estuvo en el acto de la izquierda).
Dos planteos
El acto de la izquierda distinguió un planteo claro frente a la CTERA. En primer lugar, de exigencia de una movilización en regla por el juicio y castigo: un paro nacional. En todos estos años, han quedado en evidencia los límites de la dirección de CTERA para llevar adelante este reclamo. A 5 años, la causa por las responsabilidades políticas está paralizada.
En segundo lugar el acto señaló la responsabilidad de la conducción Celeste en dejar aislada la huelga neuquina de 2007, lo mismo que hizo frente a todas las grandes huelgas de la etapa kirchnerista, incluso frente a la represión (por ejemplo, en Santa Cruz en 2010). El acto marcó la vigencia del reclamo de Carlos por el salario en el marco del cierre de la paritaria docente nacional por decreto en 2800 pesos.
Marcamos, por último, la complicidad del kirchnerismo, que en lugar de plantearse desarmar los aparatos de represión de Sobisch, le dio el apoyo político al su partido (el MPN) en base a un acuerdo con el Gobernador Sapag (el heredero de Sobisch).
Todo este planteo, que hace a la lucha política por el juicio y castigo y a las responsabilidades en el hecho de que Sobisch esté libre (y su partido,el MPN, aún en el Gobierno), estuvo ausente del documento leído en el acto de la CoCaPre, la Mella y la CTA. Este acto se ubicó así en una posición de adaptación a los planteos del Gobierno Nacional y la CTERA.
Un método divisionista
Los organizadores del acto de la CoCaPre no accedieron a que se discutiera el contenido del documento. Tampoco accedió a realizar un acto con oradores donde cada organización pudiera expresar su posición. Con este método rupturista, impidieron la realización de un acto común de la docencia combativa frente a la casa de Neuquén, como los que realizamos en unidad el 4 de abril de 2011, o las movilizaciones comunes en apoyo a la huelga de Santa Cruz (que fueron siempre actos con oradores de todas las tendencias).
El sector de Ademys que concurrió al acto –sumando al sindicato a la convocatoria, a pesar de que la votación en asamblea sostenía convocar a un acto unitario, o sea que no hubo un debate y una definición políticas en el sindicato sobre las divergencias-, se integró a este bloque divisionista y filo kirchnerista. La línea de adaptación a la CTERA y al Gobierno Nacional contrasta con la voluntad de crear una CTERA paralela: en estas condiciones será sólo un aparato divisionista sin una posición alternativa a la CTERA actual.
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