LAS TRABAJADORAS DE LA EDUCACIÓN
VAMOS POR NUESTROS DERECHOS.
Este próximo
8 de marzo, como todos los años, las trabajadoras tenemos una cita de lucha y
organización por nuestros derechos. Las situaciones de
explotación y violencia contra las mujeres no se han extinguido, sino, muy por
el contrario, son moneda corriente.
Como
trabajadoras de la educación nos vemos afectadas con salarios por debajo de la
canasta familiar, carcomidos por la inflación y con asignaciones familiares
insuficientes. La anulación de la
paritaria docente mediante el decretazo del Gobierno Nacional coloca nuestro
salario bajo una confiscación sin precedentes. Lo mismo vale para las condiciones
de trabajo. Muchas veces, estamos obligadas a trabajar en extensas jornadas, en
lugares deficitarios que ponen en riesgo nuestra salud, la de nuestros hijos y
de los estudiantes.
Por otro
lado, no han cesado los casos de violencia de género. Miles de mujeres mueren
por abortos clandestinos, a manos de femicidas o desaparecen por las redes de
tratas. Violencia que parte desde el estado. Mientras el
gobierno nacional bloquea el tratamiento del aborto legal que
provoca cientos de muertes de mujeres pobres y que atenta contra el derecho de la mujer a
decidir sobre su cuerpo, los gobiernos provinciales y de la ciudad de Buenos
Aires criminalizan a las mujeres que recurren a estas prácticas, manteniendo un
pacto con los sectores más conservadores de la iglesia.
Del mismo modo, garantizan
la total impunidad en los casos de violencias contra las mujeres
ligados al poder
del estado como el de Marita o el de Paulina Lebbos en Tucumán. El fallo absolutorio de los imputados en el
secuestro y sometimiento a prostitución de Marita
Verón es el
resultado de la cobertura política por parte del Estado con la que cuentan los
proxenetas. A este entramado político que recorre todo el país se debe que no haya sido
desmantelada ni una sola red de trata. Las docentes lo sabemos
muy bien. En cada caso de desaparición de estudiantes, hemos logrado mucho más
por encontrarlas con vida que el propio estado.
El camino es la organización independiente del clero, el estado y los
partidos patronales que nos condenan a esta situación miserable. Luchemos por
un salario acorde a la canasta
familiar, por jardines maternales y educación pública para nuestros hijos de
calidad, por el aborto legal, seguro y gratuito,
por el acceso a la salud mediante la triplicación del presupuesto
y la expulsión de todos los funcionarios clericales y privatistas. Luchemos por
el desmantelamiento de las redes de trata.
Levantemos la
bandera de todas las mujeres que dejaron su vida defendiendo sus derechos.
Vamos por todas nuestras reivindicaciones pendientes.
ESTE VIERNES 8 DE MARZO
VAMOS A MOVILIZARNOS
DE CONGRESO A
PLAZA DE MAYO. 17 HS.
TRIBUNA
DOCENTE
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