Esta semana se llevó a cabo en la sede del sindicato
porteño UTE un encuentro en el marco de la implementación de la NES. El
carácter que tuvo fue la defensa de la Ley Nacional de Educación kirchnerista,
impulsado por un abultado panel celeste que convocó a Estela Maldonado, titular
de CTERA, como principal oradora. Las intervenciones no hicieron más que
destacar los “méritos” de la aplicación tanto de la ley así como de las
resoluciones del Consejo Federal (vaciador) de Educación.
En el balance elaborado por UTE-CTERA, y su alusión
constante al “modelo” educativo, se omitió alevosamente una grave situación que
se desprende la experiencias de las provincias “reformadas”: la destrucción de
la escuela secundaria, su vaciamiento a través de la implementación de
modalidades orientadas a las necesidades del mercado (el BID y el
Banco Mundial), la privatización (cursos pagos de capacitación para dar nuevas
materias) y la flexibilización y precarización de los docentes.
Guillermo Parodi, secretario adjunto de UTE, en un
intento de embellecer la LEN, no hizo más que sacar a la luz esta situación: la
tarea del profesor por cargo se ajusta a los intereses y afinidades de la
conducción de la escuela; los proyectos de “pareja pedagógica” resultan ser
solo un paliativo frente a la superpoblación de los primeros años en las
escuelas, fundamentalmente, del sur de la Ciudad; las tutorías se transformaron
en la quinta personal de los directivos.
Todos estos proyectos de “inclusión” precarizan a los
docentes ya que, al igual que en todo el país, son pagados con varios meses de
retraso y en negro. Y ni hablar de la selección para cubrir estos cargos: es el
director el ejecutor del presupuesto asignado para estas horas de “plan”, y es
quien elige a los docentes.
La UTE, se llena la boca hablando de “sentido
pedagógico” de la reforma, pero no dice nada sobre la estabilidad docente, el
presupuesto educativo, sobre la emergencia edilicia o sobre la persecución a
estudiantes que se organizan. Mucho menos la LEN.
Está claro que somos los docentes y
estudiantes quienes no debemos dejar pasar la reforma
Tribuna Docente
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