7.3.13

Pongamos en pie la lucha por el salario



La celeste de UTE llevó al plenario de delegados la moción de rechazar la propuesta salarial macrista e iniciar las clases sin medidas de fuerza, lo que representa una aceptación implícita. El plenario fue convocado un día antes del inicio de clases para legitimar la entregada salarial que ya estaba pactada.

La dirección de UTE convocó de manera marginal a la jornada del 6 de marzo donde los docentes teníamos la oportunidad de poner el rechazo a la paritaria y el reclamo salarial en la calle junto a los docentes bonaerenses.

Los mandatos de las escuelas expresaron el rechazo a la propuesta pero el aparato celeste se encargó de hacer pasar la propuesta del gobierno porteño.

El aumento al básico representa un 7%. Un docente con el 50% de antigüedad (7 años) tiene el mismo salario que quien recién se inicia en la docencia, cobrando la garantía mínima, que pasa de $ 3120 a $3500 en marzo más $ 50 por agente.

Es el segundo año que se introducen “aumentos” diferenciados a la baja para los trabajadores que superen el 50 % de antigüedad, para curriculares y hora cátedra.

Esto constituye un precedente perverso para futuros acuerdos. La naturalización de la burocracia kirchnerista de “aumentos” en cuotas sumergen los de por sí devaluados salarios en el pozo inflacionario.

Mientras la denuncia de la crisis de infraestructura de decenas de escuelas que no permiten el dictado de clases desfiló por el plenario, la burocracia dio cátedra de lo cualitativo del aumento arrancado a la “derecha” macrista.

Desarrollaron el ángulo de que la inflación del 30% es un proyección, esto supone que un aumento de $430 sobre el inicial en un cargo testigo, y $704 con el máximo de antigüedad (22años), hasta el mes de julio, es suficiente para afrontar el defasaje salarial y el achatamiento de la antigüedad que trae de arrastre el sueldo docente frente a las inflación del año pasado.

El abandono absoluto del problema del salario básico y la defensa plena de la antigüedad docente por parte de quienes dirigen el sindicato mayoritario de la ciudad es parte de acuerdos políticos generales de confiscación salarial y ataque a los docentes.

Mientras el reclamo por los topes a las asignaciones familiares y por la vigencia del 82% móvil es agenda pendiente de los docentes. Frente al impuesto al salario la burocracia de la CTERA le opone la posición de un “impuesto a los altos ingresos”.

Los docentes porteños han transitado una experiencia hoy agotada con esta dirección sindical que no rompe sus ataduras con el poder político en detrimento de los trabajadores.

La indignación que recorre las escuelas tiene que ser el trampolín de un llamamiento a la organización de los docentes y a una asamblea general con mandatos por escuelas de la CABA. La destrucción del salario de los trabajadores es una de las máximas expresiones del carácter social de este gobierno y sus burocracias.

Los docentes de la ciudad tenemos por delante la tarea de organizar asambleas que decidan no darle tregua al gobierno nacional y al de la ciudad poniendo en pie un verdadero plan de lucha, que rompa con la política de los gobiernos de la confiscación del salario, de la inflación, de la carestía de vida, de la falta de vivienda y trabajo digno, de las condiciones sociales que explotan en la escuela, al de los ataques públicos constantes a los docentes, a los gobiernos de la crisis educativa y sus burocracias , opongámosle un plan de lucha votado por los trabajadores en asamblea.

Por que la defensa del salario es la defensa integral de la escuela pública;
Exijámosles a la UTE, a Ademys y al resto de los sindicatos una asamblea general docente con mandato de base para ir por lo nuestro;
Por el 30% de aumento al básico y en todas las categorías;
Por el 82% móvil;
Derogación del impuesto al salario;
Contra el tope a las asignaciones familiares;
Derogación de la ley de ART;
Abajo las reformas vaciadoras;
Triplicación del presupuesto educativo;

Tribuna Docente

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