El pasado jueves 21, en la escuela 2 del Distrito
Escolar 7°, se presentó la evaluadora Paola Pizzavini contratada por el
Ministerio de Educación de la Ciudad para realizar la evaluación censal a los
estudiantes de 7mo grado.
Ante el cuestionamiento de los docentes a este operativo de evaluación externa, estandarizada y estigmatizadora, la evaluadora comenzó a proferir insultos con un evidente contenido político: la defensa de la escuela pública por parte de los maestros fue calificada en términos de un macartismo inaceptable, fascistizante y fuera de toda lógica de convivencia democrática en una institución pública como la escuela.
Luego de esto, su violencia e intimidación fue en aumento: filmó, maltrató y amenazó a los docentes. Esta situación llegó al paroxismo cuando la evaluadora conchabada por Silvia Montoya comenzó a agredir físicamente a los docentes, por lo cual fue lesionado el maestro Darío Molinari.
Jorge Adaro, Secretario Gremial de Ademys, se hace presente en la escuela y se reúne con la conducción de la escuela y el maestro agredido.
La evaluadora, ingresa nuevamente a la escuela y continúa con sus provocaciones. El equipo de conducción, le plantea que se retire.
El maestro lesionado, luego de finalizada la reunión y las actas correspondientes, intenta dirigirse a la ART con el Secretario Gremial del sindicato para realizarse los chequeos correspondientes. Pero no pueden, ya que son amenazados nuevamente por la agresora con ataques verbales de este tenor: “Te queda poco tiempo en la escuela, Molinari”; y con el calificativo de “zurditos”, comienza a fotografiarlos, esta vez con la presencia de dos móviles policiales, que ella misma había convocado al lugar.
En ese momento, el maestro realiza la denuncia penal, en la comisaría 27.
Es evidente que el gobierno parece estar dispuesto a cualquier cosa para llevar adelante como sea su política de amedrentamiento a los docentes.
Pero en este hecho además se destaca la manifiesta irresponsabilidad de los funcionarios, en particular, Silvia Montoya. ¿En manos de qué "profesionales" están expuestos los chicos y jóvenes de las escuelas que son sometidos a estos operativos de evaluación? ¿Cuál es el perfil profesional, humano, ideológico y ético que persiguió el equipo de Silvia Montoya a la hora de contratar a los evaluadores que serían los que estuvieran a cargo de los alumnos durante el operativo de evaluación? Para estar a cargo de un grupo de chicos en la escuela pública, además de tener una formación específica como docente, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires exige un examen psicofísico, ¿cuáles son los recaudos que tomó el equipo de Silvia Montoya respecto de la aptitud de sus evaluadores?
Hacemos plenamente responsables -en su aspecto pedagógico, político, ético y penal- por este hecho a las autoridades del Ministerio de Educación de la Ciudad y a la persona de Silvia Montoya, como máxima responsable por la cada vez más inaceptable "evaluación de la calidad y equidad educativa".
Exigimos públicamente que la funcionaria de marras reciba a una delegación de Ademys y al compañero Darío Molinari para dar las explicaciones que la situación amerita, explique todos los interrogantes planteados, informe cómo subsanará lo sucedido y las medidas de prevención que se tomarán en adelante.
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