11.11.13

El 29 de noviembre, votamos al Frente Multicolor en las elecciones de Ademys


Una nueva dirección que enfrente la ofensiva 
del macrismo sobre la educación



La situación educativa en la Ciudad de Buenos Aires es crítica. La educación viene siendo una variable de ajuste y un gran laboratorio de reformas políticas reaccionarias impulsadas por el gobierno nacional y aplicadas por el gobierno de la Ciudad.

La evaluación docente se encuentra en el centro de las reformas educativas, tanto del gobierno nacional como del porteño. Las declaraciones del Ministro Bullrich al respecto son clarificadoras. Desde 2011, viene planteando tres ejes al respecto y dando algunos pasos concretos en la efectivización de estas políticas. Primero, que los resultados de la evaluación a los docentes debe determinar parte de su salario, poniendo como ejemplo a diversos países que vienen instrumentando el "salario por mérito". Es decir, el salario atado a los resultados de una evaluación del propio Ministerio a los docentes, y no en relación al costo de la canasta familiar y la inflación anual, rompiendo además con el principio básico de igual remuneración por igual trabajo. Segundo, las evaluaciones a los alumnos como una forma indirecta de evaluación a los docentes, que permite ejercer un "control" sobre los contenidos "enseñados". Tercero, elaborar un rankeamiento de escuelas según los resultados de las evaluaciones de docentes y estudiantes, impulsando una "competencia" entre las instituciones para captar recursos y matrícula.

El reciente intento de evaluar a los estudiantes de 7mo grado de primaria y 5to año de media van claramente en ese sentido. Así como también el "Boletín Mi Escuela" y los intentos desde el año pasado de evaluar a través de encuestas a los propios docentes. El proyecto de ley presentado en la Legislatura de creación de un Instituto de Evaluación de la Calidad y  Equidad Educativa, no deja lugar a dudas.

La inscripción centralizada -on line, en los CGP o a través del personal contratado por el gobierno de la Ciudad en las escuelas, ajeno al personal docente- para el ciclo lectivo 2014 le quita el derecho a las familias a elegir la escuela a los niños y jóvenes, llevando adelante una distribución arbitraria de la matrícula que puede ser utilizada para crear una división artificial entre las escuelas por el origen social y la trayectoria escolar de los alumnos.

La reforma curricular en media (NESC) viene a completar lo que no pudo la Ley Federal de Educación menemista, que en la Ciudad no fue aplicada por la lucha de docentes y estudiantes. La NESC elimina alrededor de 140 modalidades y degrada los títulos y los planes de estudio, cercenando la capacitación y la formación de los jóvenes. La reciente inclusión de 3 modalidades más a las 10 que establecía el Consejo Federal de Educación, es una concesión parcial del gobierno porteño y nacional, para que la reforma pase incluso en las escuelas en donde existía mayor rechazo.

Quizá donde más se perciba el ajuste sea en el salario docente. La desvalorización de nuestro sueldo es cada vez más notoria, ya que venimos de un aumento salarial a la baja, por debajo de la inflación de 2012 y la que va del año, con sumas por fuera del básico que profundizan el achatamiento de la escala salarial y una segunda cuota de aumento cobrado en agosto con la que se pretende cerrar hasta marzo de 2014.

A esto se le suma la profundización de la precarización laboral a través de los contratos y el vaciamiento de programas como el de Orquestas y el edificio de Esmeralda 55; el cierre de grados y cursos; la gravísima situación edilicia de numerosas escuelas; la falta de vacantes para el nivel Inicial; la necesidad de construcción de escuelas de todos los niveles; el permanente vaciamiento de los Equipos de Orientación Escolar, generando una mayor presión en los docentes que enfrentan problemáticas que los exceden y dificultando el trabajo de los profesionales de los Equipos; la eliminación de las funciones históricas de las Juntas de Clasificación; la necesidad de una reforma de la jornada laboral que permita la capacitación en servicio y la planificación, etc.

Por la unidad del gremio docente. Recuperar Ademys para recuperar la iniciativa
El primer dato de la situación educativa es la gran ofensiva de los gobiernos contra la educación pública y las condiciones laborales de los docentes. El segundo dato, sin duda, es la parálisis de las conducciones sindicales.

La celeste de UTE, en su integración al gobierno nacional, deja pasar todos los avances del macrismo en educación. Como mucho, suele convocar a conferencia de prensa cuando evalúa que una denuncia "mediática" al macrismo puede redituarle algo al kirchnerismo en su imparable debacle.

La violeta de Ademys viene apostando a una integración con la otra 'pata' de la burocracia sindical: la CTA de Micheli. Esta integración no se da sólo en lo sindical, sino también en lo político. Han apostado a un apoyo vergonzante a la centroizquierda de Claudio Lozano, cuyo más claro pronunciamiento en materia educativa fue haber votado a favor de la Ley Nacional de Educación. Esta integración de la violeta a la burocracia sindical y la centroizquierda patronal ha convertido a Ademys en un sindicato vaciado, paralizado e impotente para luchar contra el macrismo y en defensa de los trabajadores de la educación y la escuela pública.

La violeta de Ademys ha llevado adelante una política de manifiesta adaptación a la celeste de UTE. Ha desenvuelto una política de hostilidad hacia las corrientes de oposición a la celeste de UTE y una asimilación a la conducción kirchnerista, paralizando el sindicato, aislándose del activismo y las agrupaciones combativas, y poniendo de manifiesto que tanto el yaskismo de UTE como el michelismo de Ademys son impotentes para darle una salida al gremio docente.

Necesitamos una nueva dirección que enfrente los ataques del gobierno nacional y local, e impulse y organice la necesaria rebelión docente contra los ajustes y las reformas reaccionarias contra la educación.

Estas elecciones de Ademys se producen a escasas semanas de las elecciones legislativas en donde claramente hubo una derrota sin atenuantes por parte del kirchnerismo que no pudo colocar a Daniel Filmus -candidato de la celeste de UTE- en el Senado, y una debacle y disgregación total del centroizquierda con la magra elección de Camino Popular y el MST -listas apoyadas solapadamente por la violeta de Ademys y la CTA de Micheli. Estas derrotas de las dos alas de la burocracia sindical contrastan con la importante elección del Frente de Izquierda y los Trabajadores que ha consagrado cuatro diputados nacionales, varios legisladores provinciales y concejales municipales, y al legislador porteño Marcelo Ramal. Esto constituye un salto cualitativo en la situación política en la que los trabajadores han encontrado en la izquierda una referencia política contra el ajuste de ambos oficialismos.

Nuestra lista en Ademys -Frente Multicolor- forma parte de esa lucha política profunda de ruptura de los trabajadores con las diversas variantes de la burocracia sindical y los partidos patronales, y es parte de las luchas que el gremio docente viene dando en numerosos distritos y a nivel nacional contra la burocracia sindical de Hugo Yasky y Stella Maldonado (FURA de ATEN, Multicolor de SUTEBA y Ctera, etc.).


Te invitamos a sumarte a la campaña por una nueva dirección en Ademys y por la unidad del gremio docente contra las políticas de ajuste.

TRIBUNA DOCENTE 

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