ESTÁN EN JUEGO TODAS NUESTRAS CONQUISTAS
En las escuelas de la Ciudad se desarrolla una lucha silenciosa por el control del lugar de trabajo. Cuando, en 2008, Macri ordenó a los directores de escuela que enviaran las listas de los que pararon, tenía en la cabeza un objetivo claro: crear una masa de directivos y supervisores adictos con el objetivo de regimentar y amedrentar a la docencia en lucha. Enmuchos casos el tiro le salió por la culata, pero el intento de conformar un grupo de supervisores que funcionencomo gendarmes de la docencia sigue en pie.
Macri sostiene una vieja idea consistente en transformar el rol del directivo de escuela para que no se trate de un cargo de la carrera docente sino de un elemento ajeno a la docencia y puesto por el estado en función de control. Esto requiere, por supuesto, para llevarlo a fondo, la liquidación del estatuto.
Por eso los representantes de los docentes en disciplinatienen un rol central: frenarle la mano al macrismo, denunciar los atropellos para garantizar las condiciones que nos permitan organizarnos sin condiciones en las escuelas.
No va a ser la “822” (con funcionarios en el gabinete de Macri) ni la Celeste de UTE, aliada de Cristina (el gobierno que responde con la infantería y detenciones a los reclamos obreros en Terrabusi), los que cumplan esta función. Más aún cuando son los mismos directivos
Celestes (por ejemplo en la junta de Especial) los que cumplen el rol de “apretar” a los docentes díscolos.
Por eso, el 5 de noviembre, en disciplina votá luchadores independientes.