Entrando a su tercera semana de desarrollo, las tomas de
colegios en la capital contra la reforma educativa de Macri y los K están en
pleno desarrollo. Con casi 40 colegios tomados, los secundarios de capital
están desarrollando una lucha ejemplar en defensa de la escuela pública.
La reforma que quiere implementar Macri golpea fuertemente a las
escuelas técnicas. Se pretende recortar las materias específicas en el primer
tramo, para reemplazarlas por una formación general de materias humanísticas.
La formación técnica se concentra en el segundo tramo,
pero aquí se incluyen además materias de “tecnologías de gestión”. La frutilla
del postre son las pasantías, obligatorias, de 200 horas por alumno en el
último año. Actualmente los pasantes –por ejemplo, del programa Lazos- cobran
una remuneración de 500 pesos por mes por 4 hs de trabajo.
La reforma también golpea a los normales y comerciales,
donde se eliminan materias específicas, y los colegios artísticos, a los cuales
les eliminan el doble título (por ejemplo, el Esnaola pasa de otorgar títulos
de bachiller y técnico musical a bachiller orientado en música).
Se trata de una reforma de precarización educativa y ajuste. Los
estudiantes han denunciado la intención del Gobierno de cerrar turnos completos
que no llegan a tener la cantidad de horas necesarias de acuerdo a los
criterios del Consejo Federal de Educación.
En última instancia, el macrismo está introduciendo en la Ciudad
de la Ley de Educación Nacional y la Ley de Educación Técnica, que fueron un
rescate de la Ley Federal menemista que nunca se implementó en la Ciudad por
las grandes movilizaciones estudiantiles de los ‘90.
A que juega el
kirchnerismo
La movilización de los secundarios se coloca en la vereda
de enfrente de esta reforma Macri kirchnerista. Sin embargo, el kirchnerismo de
la Ciudad, anunció su rechazo a la reforma por “inconsulta”, y ha participado
de la movilización estudiantil. Hasta
La Campora, en este cuadro, se sumó con forceps a las ocupaciones.
El “consenso” que pretenden los kirchneristas es un consenso
para hacer pasar su propia modalidad de la reforma. Lo dejó claro la
funcionaria del Gobierno K titular del Instituto Nacional de Educación Técnica,
quien sostuvo que “sólo
para las carreras técnicas cuyos títulos requieren matriculación: en la Ciudad
hay dieciséis títulos técnicos y sólo seis necesitan homologación” (Pagina 12, 30/10).
La diferencia entre Macri y los K no es de contenido sino
de grado. La Campora y UTE intervienen en el proceso para llevar al movimiento
tras esta maniobra, y lograr un pacto con el macrismo en la aplicación de la
reforma. Lo demuestra el hecho de que no quieren llevar la movilización a
fondo. UTE no convocó ninguna medida efectiva para que los docentes se
movilicen junto a los estudiantes.
Las ocupaciones, sin embargo, fueron la respuesta estudiantil al
intento previo del Ministerio de hacer pasar la reforma a través de un “acuerdo
con docentes y directivos” de las escuelas afectadas. Se trataba de una
negociación trucha, por un lado porque los estudiantes quedaban afuera, por
otro porque el Ministerio ratificó en el curso de la misma que no había vuelta
atrás con la reforma.
La condición para una negociación que incluya a los docentes y
los estudiantes y que no sea una maniobra del Gobierno es el retiro previo de
la resolución que establece la reforma. La dirección del movimiento (CEB)
reclama que el Gobierno de la Ciudad reciba a los secundarios, pero sin
denunciar el pacto que pretende tejer entre el kirchnerismo y Macri. Con esta
política, se corre el riesgo de caer en una maniobra para que se imponga una
variante de reforma de acuerdo a los lineamientos K.
Las tomas de los secundarios son mucho más que una lucha parcial
por una materia más o una menos. Son un síntoma de una juventud que se levanta
contra la precarización educativa y las condiciones de vida impuestas por un
régimen en el cual los jóvenes pagan los platos rotos de la crisis. El método
de la deliberación en asamblea y la acción directa es la contracara de la
regimentación K de las organizaciones estudiantiles.
Desde Tribuna Docente planteamos que se retire la reforma.
Derogación de las leyes anti educativas de los K.
Abajo el ajuste en educación.
No al cierre de cursos y a la reducción de horas.
Pasantías verdaderamente formativas, con salario y
condiciones de trabajo del convenio de la actividad.
Juan G.
Tribuna docente
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