El último acuerdo salarial celebrado entre el macrismo y algunas direcciones sindicales vuelve a establecer salarios diferenciales entre cargos docentes. Profundiza de esta manera, una situación ya generada en anteriores paritarias donde se fracturó el salario docente al crear dos categorías: los que alcanzan la garantía mínima –de acuerdo el cargo testigo, que sería a partir de abril de 5050 pesos- y los que no.
Esta situación de desvalorización salarial se da en dos sentidos. Uno es aumentando la cantidad de horas cátedra necesarias para alcanzar el salario mínimo y otro es directamente, otorgando porcentajes de aumento menores al establecido para el cargo testigo. Es una forma más pormenorizada de ajuste al salario, que, desde luego, se agrega al ataque general sobre el gremio docente en su conjunto.
El papel más vergonzoso en la defensa de este “modelo” de aumentos salariales diferenciados le cabe a la dirección celeste –kirchnerista- de UTE que defiende abiertamente la discriminación salarial a la baja de docentes curriculares, preceptores y asistentes celadores con el argumento de que debemos cobrar menos por que nuestro trabajo no es igual que el de un maestro de grado. De ninguna manera se trata de una competencia entre docentes para ver quién tiene que cobrar más o menos por el tipo de trabajo que realiza, sino que se debe establecer un salario mínimo y desde allí otorgar los aumentos que correspondan de acuerdo al punto índice como lo establece el estatuto docente.
A partir del acuerdo salarial, los docentes curriculares (música, lenguas extranjeras, tecnología, plástica y educación física) deberán trabajar más horas para cubrir el salario mínimo. La cantidad de horas pasó de 17 a 18 hs para alcanzar la garantía mínima y aquellos que la superen es de 20 hs en relación al cargo testigo (hasta marzo era de 19 h/c). Otra situación de enorme discriminación es la de los preceptores yasistentes celadores. El sueldo que perciben es notablemente inferior al salario mínimo ya que el porcentaje de aumento otorgado ha sido menor. Se ha creado, de este modo, una garantía mínima “de segunda” para estos cargos (establecida en 4595,50 pesos). Se trata de “aumentos” salariales a la baja.
En este sentido, debemos establecer con claridad:
Ningún docente debe cobrar por debajo del salario establecido como mínimo. Este mínimo debe situarse en relación a cubrir la canasta familiar.
Por eso, desde Tribuna Docente proponemos avanzar en la organización de este reclamo, para ponerle fin a la desvalorización salarial de docentes curriculares, preceptores, asistentes celadores, celadores de comedor, entre otros.
◘ NO A LAS DIFERENCIACIONES SALARIALES A LA BAJA.
◘ NINGÚN DOCENTE POR DEBAJO DEL SALARIO MÍNIMO.
◘ SALARIO MÍNIMO IGUAL A LA CANASTA FAMILIAR.
El 12 de marzo paremos y movilicémonos a Plaza de Mayo junto a Ademys contra el ajuste al salario en el marco de la jornada nacional convocada por la CTA y la Coordinadora Sindical Clasista.
TRIBUNA DOCENTE
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